El trovador
Una gitana quemada en la hoguera es el comienzo de una terrible venganza. Acusada de embrujar al hijo menor del viejo Conde de Luna, es condenada y devorada por las llamas a pesar de su inocencia. En su agonía pide venganza a su hija Azucena que rapta al segundo hijo del Conde de Luna, de nombre Manrico, para quemarlo vivo. A causa de su enajenación, en lugar de lanzar a ese niño, por equivocación, es el suyo propio el que acaba en la hoguera. Manrico es criado desde entonces como hijo de Azucena. Años más tarde el Conde de Luna, hijo del viejo Conde de Luna y hermano de Manrico, el niño raptado, ama obsesivamente a Leonora, dama de honor de la princesa de Aragón, con poca fortuna pues está enamorada de Manrico. Entre los dos se entabla una rivalidad fatal que habrá de resolverse con la muerte.